La Central de Abasto es un lugar lleno de color y de vida que recibe productos de toda la república y de 15 países, en él puedes encontrar todo lo necesario para cocinar, además de flores naturales y de ornato; su extensión es de 327 hectáreas lo que lo convierte en el mercado mayorista más grande del mundo.
Ciudad de México, 28 de septiembre (SinEmbargo).- ¿Alguna vez te has preguntado lo que hay detrás de un platillo que llega hasta tu mesa en un restaurante? Mundano participó en una ruta culinaria por la Central de Abasto para conseguir los insumos necesarios para después preparar una comida en el restaurante La Azotea.
La compra de los ingredientes se realiza temprano por lo que fuimos al mejor lugar para comprar las verduras, frutas y carne necesarios para el menú: la Central de Abasto.
“Nos visitan alrededor de 500 mil personas diariamente, es un promedio, cuando hay romerías por ejemplo, que es día de muertos para la venta de flor de cempasúchil, navidad primero para la comida como romeritos así como árboles de navidad, aumenta hasta 800 mil personas diariamente”, dijo Julieta Cruz representante de la Central de Abasto.
“Son 327 hectáreas todo lo que mide la central, para que lo dimensionemos son 51 veces el Zócalo capitalino y por eso es considerado el mercado más grande del mundo”, explicó Julieta.
La Central de Abasto cuenta con diversos sectores divididos en nomeinclaturas en cada nave, de la letra A a la H son los abarrotes donde se puede encontrar desde semillas, chiles secos, hasta productos de limpieza, medicinas, tiendas naturistas, lácteos, huevos; a partir de la letra I a la X se dedica a frutas, y de acuerdo con…. las naves que se visitan más son la I y J, porque permite la venta al menudeo para las personas como el ama de casa, o quien tiene locales pequeños que acuden a hacer su despensa y compran medios kilos, se le conoce como multigiros porque vende un poco de todo desde aparatos e insumos para restaurantes, filipinas para los estudiantes de gastronomía, además de frutas, verduras, carnes, abarrotes etcetera.
En la letra K y L se encuentran cebollas y ajos, frutos finos; en la O, P se pueden encontrar jitomates, tomates, chiles, cebollas y ajos, “es el básico mexicano, yo le digo, porque todo lo que comemos lleva algo de eso, y es un pasillo súper concurrido”, agregó Julieta Cruz, y el pasillo W, X es de plátanos.
Nuestra primera parada fue en los Tlacoyos de doña Marta, un puesto pequeño ubicado entre los pasillos de la central pero con deliciosa comida mexicana como quesadillas y tlacoyos de frijol y haba.
La Central de abasto es un lugar lleno de color y de vida que recibe productos de toda la república y de 15 países, en él puedes encontrar todo lo necesario para cocinar, además de flores naturales y de ornato.
Después de comprar los insumos necesarios acompañados por el chef Misael Moreno Castro y el souschef Jairo Pelcastre Flores del restaurante La Azotea, nos dirigimos a hacia Barrio Alameda para cocinar y degustar de sus creaciones.
“Fue una bonita experiencia, viajar y conocer lugares que normalmente uno aunque vive aquí no los frecuenta”, dijo el chef Jairo acerca de la visita a la central de Abasto a la que definió como un “monstruo” debido a la cantidad de productos que se manejan en el lugar.
Los chefs se basaron en una comida muy sencilla, fresco y relajado como lo es Barrio Alameda, lugar en el que se encuentra el restaurante La Azotea. El primer plato fue un potaje de lenteja basado en algo clásico y que se puede encontrar en casa, le siguió una ensalada de sandía de grill con queso fresco y albahaca con un aderezo de miel con chipotle, algo fresco que se puede disfrutar en una terraza como la de La Azotea.
El plato fuerte consistió en un albondigón de pollo relleno con pimientos y cebolla sazonado con huevo, sal pimienta y comino, acompañado de una salsa de espinacas a la crema acompañado de unos brotes de cilantro y betabel con delgadas rebanadas de rábano.
Como postre disfrutamos de una tarta de manzana, en la que la pasta fue cambiada por galleta oreo molida con un poco de mantequilla, lleva caramelo, mantequilla, vainilla y canela decorada con reducción de jamaica y fresa.
La Central de Abasto está cambiando su imagen y la forma en la que es vista por la gente, quien quiera conocerla puede acercarse a sus autoridades para participar un recorrido por este mercado de donde seguramente saldrán con algunos kilos de frutas, verduras o algún producto de los que se encuentran en sus pasillos.
